Algunas directrices y consejos generales relacionados con la realización de actividades psicoestimulativas y de rehabilitación:
El enfermo de Alzheimer experimenta cambios en la manera de expresarse y en la forma de comprender a los otros, cosa que dificulta el proceso normal de comunicación. Esta progresiva incapacidad coloca las personas de su entorno en la necesidad de aprender nuevas estrategias y estilos más apropiados, de comunicarse.
La intervención cognitiva comprende toda una serie de métodos y estrategias que pretenden optimizar el rendimiento cognitivo y funcional de la persona, así como, mejorar su calidad de vida y aumentar su autoestima.
Los principios de flexibilidad y personalización de las actividades son fundamentales.
A continuación, se detallan algunos consejos en relación con las actitudes y directrices generales sobre la intervención cognitiva.
El momento del día y el lugar
– Buscad el mejor momento del día y el contexto más natural posible de la vida familiar y social. El ambiente ha de ser tranquilo.
El respeto a la persona
– Tened en cuenta las características y los intereses individuales de la persona. No forcéis tareas que no tengan interés para la persona.
– Mostrad respeto (el trato como adulto que es) y buscad un buen clima de relajación.
– No deis órdenes y mostrad buena cara antes los errores y problemas.
– Recordad que la persona tiene lesiones cerebrales y que no hace mal las cosas a propósito.
Las tareas y su desarrollo
– Centraos en las capacidades preservadas.
– No se trata de presentar las tareas como un deber escolar con la idea de dar una nota. Se trata de estimular, animar, acompañar, incitar… a la persona.
– Seguid rutinas y evitad que las cosas queden al azar.
– Simplificad las actividades o fraccionarlas por etapas: puede ser de gran ayuda el hecho de facilitar la secuencia de una tarea.
– Interrumpid las tareas que generen ansiedad y rechazo. Evitad las que penséis que puedan ser conflictivas.
– Ayudad. No resolváis cosas, a menos que, de manera clara, la persona no las pueda hacer por sí misma.
Las instrucciones
– Dad todas las instrucciones paso a paso, de manera concreta y sencilla, y repetidlas cuando sea necesario.
– Sed claros, evitad ambigüedades y eliminad opciones múltiples.
– Eliminad distracciones. La persona ha de realizar una sola actividad y una sola fuente de estímulos.
– Mantened el contacto visual, ya que ayuda en la comprensión y facilita una buena relación.
– Ayudad a través de la comunicación no verbal. Un gesto puede acompañar las palabras y hacerlas más comprensibles.
La actitud
– Evitad enfrentamientos y no forcéis nunca las situaciones: no discutáis cosas evidentes.
– Mantened la calma. Realizad las tareas al ritmo que sea necesario y adaptadlo a la persona.
– No asumáis a priori que la persona es incapaz de realizar una tarea.
– Reforzad positivamente cuando la persona realice bien las tareas, le proporcionará seguridad.
Fuente: Peña-Casanova J. Intervención cognitiva: algunas directrices y consejos generales. Programa “activemos la mente”. Barcelona: Fundación ”la Caixa”; 60-1.
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